Dia de la Tarjeta o de la amistad?

Dia de la Tarjeta o de la amistad? 5Si, lo sé ya paso el dichoso 23 de Julio, pero no puedo dejar de escribir algo sobre este puto día.

Ese día me levante como cualquier otro día, no como cualquier, sino como los que había tenido hace una semana, con la alarma del celular sonando a las 6:30 Am. ¿Razones?. Pues un trabajo al cual tenia que entrar a las 8:00 y al cual ya renuncié.

Durante la mañana, ni una llamada, y no había abierto mi correo hasta ese momento, todos para evitar las novedosas postales electrónicas. Llevaba el día perfecto, nada de hipocresías.

Ya fuera de mi EX-trabajo y ya habiendo almorzado decido pasar por la Seoane. Estando por allí decido buscar algún libro para leer, ya que llevaba meses sin leer un libro nuevo. En medio de mi búsqueda empieza mi a vibrar mi celular, (La desgracia e’mierda tiene fregado el micrófono y el timbre) sabiendo del mal estado no tenia la menor intención de contestar, solo era la curiosidad de saber quien me llama. -«Numero Privado» Ah! Genial!-, lo que me faltaba. Como necesitaba recarga ^^ decido contestar.

– Hola fulanito ¿que tal? sabes no tengo mucho crédito, pero quiero decirte que sos mi mejor amigo y quiero saber si aun estas vivo. Llámame a este numero (dicta unos números), bueno. Espero tu llamada. ¡Besos! (Cuelga)

PERO QUIEN COÑO ES FULANITO??!!!! – Grito- mientras la ventera me mira asustada.

Lo que me faltaba, una pelotuda, se había equivocado de numero y yo como pendejo cabreado por tal llamada, no sabia si llamarla o si dejar pasar impune tal insulto. Ya cabreado y con el numero en la mente y habiendo un telefono en el boliche de la señora decido llamarla.
Hola Fulanito
No pelotuda, ¿¿donde MIERDA metiste el dedo!!!!??-emulando una frase que escuchaba de chico, de un señor Camba, pero Camba! Que siempre la decía cuando marcaban numero equivocado-
– Que no eres fulanito?
– No entendiste puta? Numero equivocado!!! (cuelgo)

Dia de la Tarjeta o de la amistad? 6Después de arruinarle el día a la pendeja, sigo buscando el libro. No había mucho de donde escoger. Ya con la vena cava media hinchada, con la mirada de la ventera con algo sorprendida por la llamada que hice a alguien quien habia marcado mal, no me decido por cual libro llevarme. –¿Cual me recomienda?– le pregunto, mostrando tres obras que ya había seleccionado, todo como si no hubiese pasado nada. –El secreto, que tiene CD de yapa– me responde. Despues del «Codigo Da Vinci» y «Demonios y ángeles» de Dan Brown, no me gustaba la idea de seguir leyendo conspiraciones en contra de la iglesia a través del tiempo, no ahora, pero después tal ves la lea. Viendo la gran variedad de libros con temáticas mujeres (creo que esta de moda), me decido por «Diario de una ninfomana» de Valérie Tasso. Hasta el momento no me ha defraudado. Y aqui veo una cierta similitud entre estoy-podrida y la autora del libro. ¿Coincidencia? no lo sé.

Ya mas tranquilo con mi nueva adquisición, me voy a mi trabajo donde no hay ninguna novedad, solo abrazos esporádicos y felicitaciones. Yo no entiendo porque los tienen que felicitar en tal día. Cada ves que me dicen: Felicidades!!!. Casi siempre es la misma respuesta: Es mi cumpleaños? Pero esta ves era diferente, los que me decían tal frases eran los dueños del lugar de donde trabajo, así que a conformarme y decir: Felicidades a usted también!!!, sonrisas por aquí y por allá. Maldito dia, espero que se pudra en el infierno a quien ha inventado este día.

Ya en la universidad, estaba mas tranquilo, ya que días antes había tenido una conversación bastante seria con mis «Amig@s» (nótese las comillas) sobre este día, así que no esperaba una de esas tarjetas que tanto odiaba en el colegio, ya que siempre las recibía de quienes menos esperaba y sobre todo de quienes no conocía. Este sería el año en el que por fin tendría un año sin tarjetas, sería el año en el que habría ganado. Pero… alguien al cual había ignorado durante un tiempo. Me llega con una tarjeta en la mano y una sonrisota en cara, no quise decirle que se veía ridícula con esa cara.

No quise saber de lo que decía la dichosa tarjeta, hasta ahora lo hago, buej… ya ni se donde la he tirado.

Termino el día casi victorioso en un billar con unos amigos tomando unas cervezas que buena falta me hacia, unos puchos y una rockola con lo mejor que mis quintos han habian dado ese dia, Musica!.

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